Tratado sobre incidentes en el mar, eeuu-soviet

Tratado sobre incidentes en el mar, Estados Unidos-Unión Soviética (1972) Este tratado, firmado en Moscú el 25 de mayo de 1972, prescribió medidas para prevenir incidentes en el mar y en el espacio aéreo sobre él entre los barcos y aviones de las armadas estadounidense y soviética. Los procedimientos acordados eran necesarios para los barcos y aeronaves que operaban en las proximidades para disminuir las posibilidades de accidentes peligrosos. También se acordó que no debería haber ataques simulados contra los barcos de los demás, como apuntar con cañones, lanzadores de misiles, tubos de torpedos y otras armas, o iluminarse unos a otros con reflectores. Ante la insistencia de Estados Unidos, este tratado no proporcionó reglas para las operaciones submarinas contra submarinas.

La rápida expansión de la Armada Soviética a mediados de la década de 1960 hizo que su flota pasara de ser una fuerza costera a una con capacidad mundial, navegando hacia puntos problemáticos donde operaban barcos estadounidenses. Después de dos graves colisiones entre buques de guerra soviéticos y destructores estadounidenses en abril de 1970 y octubre de 1971, era obvio que había que hacer algo.

En 1968, Estados Unidos invitó a los soviéticos a discusiones para reducir los incidentes, y en 1970 los soviéticos aceptaron esta invitación. La primera sesión de negociación se celebró en Moscú a finales de 1971 y la segunda justo antes de la firma en 1972. Este tratado, todavía en vigor, se negoció en sólo dos sesiones de nueve días porque fue una discusión práctica realizada por el personal naval y se mantuvo con éxito fuera del centro de atención política.

La firma formal fue realizada por el almirante de la flota Sergei G. Gorshkov y el secretario de Marina John Warner durante una histórica visita a la Unión Soviética del presidente Richard M. Nixon.

Bibliografía

Tratado sobre incidentes en el mar, Unión Soviética de Estados Unidos (texto completo), reimpreso del New York Times, 26 de mayo de 1972, pág. 4.

William D. Smith