Si bien la autoconservación es común a todas las especies, la conciencia de la propia mortalidad solo caracteriza a los seres humanos. Esta conciencia presenta un problema difícil para los humanos: cómo manejar el terror que acompaña a este tipo de conocimiento. Según los defensores de la teoría de la gestión del terror (TMT), la necesidad de una "gestión del terror" es de hecho una motivación fundamental de las personas, así como una función principal de los sistemas culturales. Basándose en los escritos del antropólogo Ernest Becker, TMT explica una gran variedad de comportamientos humanos, como la intolerancia hacia los demás, relacionando estos comportamientos con la motivación básica para protegerse contra la conciencia de la mortalidad.
Formulaciones
La teoría de la gestión del terror fue desarrollada por los investigadores Jeff Greenberg, Sheldon Solomon y Tom Pyszczynski basándose en los escritos de Ernest Becker, en los que la universalidad del terror de la muerte y la necesidad de protegerse contra él juegan un papel fundamental. Psicológicamente, la función protectora se logra mediante un amortiguador de ansiedad cultural que tiene dos componentes. Un componente consiste en la concepción individual de la cosmovisión cultural y la fe que uno tiene en esta cosmovisión. El segundo componente implica un sentido de valor personal o autoestima que se logra al creer que uno está viviendo de acuerdo con los estándares de valores del sistema cultural.
La necesidad de defensa es particularmente alta cuando uno recuerda su mortalidad (la importancia de la mortalidad aumenta) y cuando el sistema cultural de uno está amenazado. En esos casos, se pueden esperar reacciones negativas contra aquellos que se considera que personifican la amenaza, como los individuos que pertenecen a un grupo diferente, conocidos como "extraños", y reacciones positivas hacia aquellos que representan los valores culturales, típicamente "ingroupers". Esta implicación de TMT se denominó hipótesis de prominencia de la mortalidad. Una segunda implicación, la hipótesis del amortiguador de ansiedad, establece que fortalecer el amortiguador de ansiedad, por ejemplo, aumentar la autoestima de una persona, debería reducir la ansiedad de muerte de esta persona.
Trabajo experimental
Numerosos estudios han proporcionado evidencia que respalda la hipótesis de la prominencia de la mortalidad. Se demostró que recordar a las personas sobre su propia mortalidad aumenta su inclinación a responder favorablemente a las personas que refuerzan su visión del mundo y a responder negativamente a las personas que son diferentes a ellas, un efecto que se encontró en adultos y también en niños de hasta once años. En estos diversos estudios, la prominencia de la muerte se logró de diversas formas, pidiendo a las personas que imaginaran su propia muerte, llenando escalas de ansiedad por la muerte o haciéndoles visitar una funeraria o ver un accidente automovilístico fatal. Los estímulos negativos incluyeron violadores de principios morales, como prostitutas, marginales como judíos y extranjeros antiamericanos, o el uso inapropiado de símbolos culturales apreciados como una bandera o un crucifijo. Por lo general, recordarle a la gente su propia mortalidad los hizo menos tolerantes frente a esos estímulos. Los encuestados de orientación liberal, sin embargo, se volvieron más tolerantes hacia un objetivo conservador después de recordarles su propia mortalidad. Esta aparente excepción puede explicarse, sin embargo, por el hecho de que la tolerancia es un valor importante para los individuos liberales. Por lo tanto, tenderán a enfatizar más este valor cuando la muerte se vuelva más importante para ellos.
El trabajo realizado a partir de 2002 sobre la hipótesis del amortiguador de ansiedad también apoyó la TMT. En 1993, por ejemplo, el académico Jeff Greenberg y sus colegas descubrieron que la retroalimentación positiva de la personalidad hacía que las personas se inclinaran menos a negar la posibilidad de tener una esperanza de vida relativamente corta.
Críticas y ampliaciones de la teoría de la gestión del terror
La teoría de la gestión del terror fue criticada por diversas razones. Los hallazgos experimentales, como el aumento de la intolerancia hacia los extraños que siguen a los recordatorios de la muerte, pueden explicarse utilizando teorías alternativas. Así, el académico CR Snyder sugiere una interpretación basada en la motivación para lograr el control. Otras críticas se dirigieron al alcance de la TMT y a su pretensión de representar una teoría general de la motivación que proporciona una explicación general de una multitud de motivos sociales. Se argumentó que esos motivos humanos no están ordenados jerárquicamente o que la jerarquía no es la propuesta por TMT, con la gestión del terror en la parte superior. Aún más drásticamente, algunos sostuvieron que la ansiedad por la muerte generalmente juega solo un papel menor en el comportamiento del individuo en la vida cotidiana.
Un área de especial dificultad para TMT es el área de ansiedad por la muerte en la vejez. Los adultos mayores parecen aceptar la muerte más que los adultos más jóvenes, lo contrario de lo que se esperaría sobre la base de consideraciones de relevancia de la muerte. Además, la autoestima puede disminuir con la edad y, como resultado, su uso como amortiguador protector puede volverse más difícil. Por lo tanto, es necesario especificar otros mecanismos de protección como la autotrascendencia.
Además, la creatividad humana, el crecimiento y la aceptación genuina de la muerte no se pueden explicar fácilmente con TMT. Por esta razón, los teóricos de TMT han propuesto recientemente una teoría del crecimiento que debería complementar a TMT. El individuo no solo se esfuerza por protegerse contra el terror asociado con la conciencia de la muerte, sino también por desarrollarse y expandirse. Entre las dos motivaciones, crecer y proteger, existe un equilibrio dinámico. También es probable que el crecimiento genere conciencia de las propias limitaciones y, por lo tanto, lo haga más susceptible al terror de la muerte. Por otro lado, el mismo crecimiento, a través de la creación de significado, proporciona los medios para hacer frente al terror.
Implicaciones prácticas y evaluación
TMT conecta el miedo a la muerte con comportamientos que parecen estar conceptualmente muy distantes de la muerte y el morir, por ejemplo, con el prejuicio y la intolerancia hacia los extraños. Al hacer esto, la teoría proporciona una herramienta útil para la autocomprensión. Una buena comprensión tanto de la importancia de la ansiedad ante la muerte como motivación principal, como de las formas de protegerse contra ella, puede permitirle alcanzar un doble objetivo: defenderse de la ansiedad pero no al precio de volverse intolerante hacia los demás. Desde un punto de vista teórico, parece que TMT tuvo que moderar un poco sus afirmaciones de ser la teoría fundamental de la motivación social. Esto se ha hecho reconociendo la necesidad de invocar otros motivos (expansivos) y reconociendo que otros mecanismos distintos al incorporado en el amortiguador de ansiedad pueden usarse para tratar con la conciencia de la mortalidad. La teoría de la gestión del terror puede verse como una forma de explicar cómo la construcción de sentido que logran los individuos dentro de una cultura cumple la doble función de proteger contra el miedo a la muerte y permitir, al mismo tiempo, la expansión y el desarrollo creativo.