Tecnología de búsqueda de calor

Tecnología de búsqueda de calor se asocia más comúnmente con la detección de radiación infrarroja. Todos los objetos con una temperatura superior al cero absoluto emiten energía infrarroja, cuya característica más común es el calor. La detección de este calor se puede utilizar para muchos propósitos.

Las adaptaciones militares de la tecnología infrarroja comenzaron durante la Segunda Guerra Mundial. Los aliados desarrollaron un dispositivo llamado Sniperscope, que permitía a los soldados ver y disparar de noche al distinguir las diferencias de calor del terreno. Además del Sniperscope y otros dispositivos de visión nocturna, se empezó a aprovechar el potencial de esta tecnología con fines de orientación. Se podría agregar un detector de infrarrojos a un misil, permitiendo que el misil busque y siga el calor emitido por el objetivo. Desde entonces, el ejército estadounidense ha desarrollado varios de esos misiles, comenzando con el Sidewinder, un misil antiaéreo probado con éxito en 1953 y desplegado en 1956. Este nuevo misil se adaptó rápidamente para su uso por las otras ramas del servicio, especialmente la fuerza aérea. Desde entonces, los misiles equipados con buscadores de infrarrojos, incluidos el Sidewinder y el Maverick, han sido responsables de la destrucción de objetivos de aviación, marítimos y terrestres. Los misiles buscadores de calor se han utilizado en todos los conflictos militares importantes de Estados Unidos desde la guerra de Vietnam.

Los satélites equipados con sensores infrarrojos utilizan tecnología de búsqueda de calor para el reconocimiento. Los sensores infrarrojos pueden ayudar en la recopilación de inteligencia estándar o para proporcionar una advertencia temprana del lanzamiento de un misil atacante. Esta tecnología en tiempo real se utilizó durante la Guerra del Golfo Pérsico (1991), cuando satélites equipados con sensores infrarrojos orientados hacia el futuro detectaron el lanzamiento de misiles Scud iraquíes.

Los buscadores de infrarrojos ofrecen una serie de ventajas sobre otros sistemas de guía (como el radar). Primero, los sensores infrarrojos cuestan menos por unidad; en segundo lugar, los sensores de búsqueda de calor funcionan bien de día o de noche, con buen o mal tiempo. Además, son eficaces a pesar de las contramedidas electrónicas. Por último, los buscadores de infrarrojos mejoran la seguridad de los pilotos cuyos aviones portan los misiles mediante el uso de capacidades de "disparar y olvidar". Después de lanzar el misil, el piloto puede abandonar el área mientras el misil se guía hacia el objetivo.

Estos sensores no proporcionan un sistema perfecto. Una desventaja es que los objetos que emiten poco calor son difíciles de detectar: ​​el misil de crucero Tomahawk, por ejemplo, es difícil de detectar con un sensor de infrarrojos. El segundo problema es que los sensores de calor son sensibles a los golpes y pueden desviarse durante el vuelo por una explosión o perturbación cercana. No obstante, la tecnología de búsqueda de calor sigue desempeñando un papel importante en los sistemas de observación y guía del ejército de EE. UU.
[Ver también Misiles.]

Bibliografía

John Lester Miller, Principios de la tecnología infrarroja, 1994.

Michelle L. Nelson