SEPÚLVEDA, JUAN GINÉS DE (1490? -1574), estudioso y filósofo humanista español. Juan Ginés de Sepúlveda fue un distinguido profesor universitario que poseía un dominio del estilo latino. En 1515 se trasladó de Córdoba a Italia, donde fue aceptado en el Colegio Español de Bolonia. Trabajando bajo la dirección del eminente Pietro Pomponazzi (1462-1525), Sepúlveda se convirtió en uno de los principales eruditos de Italia. En 1526 se había convertido en el traductor oficial de los escritos de Aristóteles para la corte papal. Durante sus veinte años en Italia trabajó para recuperar al "verdadero" Aristóteles. Compiló y publicó en París una traducción latina de la Politics que durante siglos fue una obra indispensable. A su regreso a España tradujo el libro de Aristóteles. Ética al castellano para la monarquía de los Habsburgo.
En 1542, el rey de España, Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico (gobernó entre 1519 y 1556), firmó las "Leyes Nuevas" que prohibían la esclavitud de los indios. El rey ordenó en 1550 que cesaran las conquistas en su nombre hasta que el Consejo de Indias decidiera sobre la justicia de la conducta de España. Las opiniones de Sepúlveda fueron solicitadas por el presidente del Consejo de Indias. Sepúlveda fue un nacionalista ardiente, muy impresionado por las conquistas de sus compatriotas en América descritas en los escritos de Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557), que menosprecian a los pueblos aborígenes. Sin haber visitado nunca los territorios en cuestión ni haber conocido a un nativo, Sepúlveda no tenía ningún interés personal o fiscal en sus argumentos teóricos.
Sepúlveda produjo El otro, ya sean las causas de Indios de Justiça beli Democrates, (Sobre la justa causa de la guerra contra los indios; publicado por primera vez en latín 1545 con una disculpa española publicada en 1550 y la versión definitiva publicada finalmente en 1554). En este diálogo, Demócrates, portavoz del autor, convence a Leopoldo, un alemán de tendencias luteranas, de que la guerra contra los indígenas es el previo justo y necesario a su conversión. La solicitud de Sepúlveda de publicar el manuscrito en latín fue denegada y las facultades universitarias de Alcalá y Salamanca también recomendaron no conceder el permiso. Se formó un comité de funcionarios gubernamentales, académicos y teólogos en respuesta a la insistencia de Sepúlveda de que se debatiera sobre los méritos de su argumento. Las deliberaciones del comité en Valladolid comenzaron en 1550 y se volvieron a reunir al año siguiente.
Para Sepúlveda, los españoles eran obviamente campeones de una civilización avanzada. Creía que la jerarquía, no la igualdad, era la condición natural de la sociedad humana. Este argumento refleja a Aristóteles, quien sostenía, de manera bastante inconsistente, que algunos humanos son esclavos por naturaleza y otros amos. Los esclavos naturales son personas de innata rudeza y costumbres inhumanas y bárbaras, y quienes los exceden en prudencia y talento, aunque sean físicamente inferiores, son sus señores naturales. La variante de Sepúlveda es: "Si conoces las costumbres y la naturaleza de los dos pueblos, que con perfecto derecho los españoles gobiernan sobre estos bárbaros del Nuevo Mundo y las islas adyacentes ... Hay tanta diferencia entre ellos como la hay ...". ... entre simios y hombres ... Y si rechazan nuestro gobierno, pueden verse obligados por la fuerza de las armas a aceptarlo " (Demócratas segundo).
Sepúlveda afirmó que todo nativo era bárbaro. Así, su condición natural era obedecer a un superior porque cometían crímenes contra la ley natural al comer carne humana, ofrecer sacrificios humanos y adorar a los "demonios". Por tanto, la guerra puede librarse con justicia y debería librarse contra estos infieles a fin de preparar el camino para la predicación de la Verdadera Fe.
Sepúlveda abrevió a continuación sus principales argumentos a favor de su Apología (1550). Esta vez se centró en las bulas del papa Alejandro VI (que reinó entre 1492 y 1503), que, según afirmó, otorgaba a España toda la autoridad sobre las Indias. De acuerdo con las leyes de ambas naciones y de la naturaleza, al vencedor pertenece el botín. Aunque Sepúlveda publicó el Apología en Roma, nunca estuvo ampliamente disponible en España, donde fue confiscado por la autoridad real.
A continuación, el comité escuchó al padre Bartolomé de Las Casas, quien tardó cinco días en leer un enorme manuscrito. Uno de los miembros del comité luego condensó el largo argumento de Sepúlveda, quien escribió una refutación punto por punto de las posiciones del dominicano "Defensor de los Indios". Los dos contendientes no debatieron cara a cara y los procedimientos no resultaron concluyentes ya que el comité nunca produjo un informe final.
Las opiniones de Sepúlveda sobre la inferioridad de los indios se hicieron bien conocidas y prevalecieron en gran medida en el hemisferio occidental, donde su postura era popular entre los colonos. El concejo municipal de la Ciudad de México envió a Sepúlveda una carta de felicitación y agradecimiento. Sin embargo, desde un punto de vista teórico, Sepúlveda perdió el debate porque su manuscrito no se publicó en España, donde el gobierno rechazó su argumento central de que era solo para hacer la guerra contra los indígenas.