El prelado francés San Francisco de Sales (1567-1622) enseñó que la perfección espiritual es posible para quienes llevan una vida secular.
Francis Boisy, el mayor de 13 hermanos, nació el 21 de agosto de 1567 en el castillo de Sales en Thorens, Saboya, en el este de Francia. Su padre rico lo envió a las mejores escuelas y lo preparó para la vida de un caballero ocioso. Pero cuando Francisco tenía 11 años, decidió secretamente convertirse en sacerdote. En el colegio jesuita de Clermont en París, aprendió la apreciación renacentista del arte y la literatura, y en la Universidad de Padua en Italia estudió derecho. En 1593, dos años después de recibir su doctorado, fue ordenado sacerdote.
La Contrarreforma católica romana estaba vigorosamente en marcha en ese momento. Francisco se ofreció como voluntario para viajar con varios otros sacerdotes a través de las aldeas de Saboya para contrarrestar el calvinismo y hacer que la gente volviera a ser leal a Roma. Durante 4 años, Francisco utilizó todas sus habilidades como orador y escritor en esta causa. Era inteligente, agradable y sincero. Las personas con las que entró en contacto quedaron impresionadas por su profunda espiritualidad y, gradualmente, un gran número de ellas aceptó la fe católica romana que predicaba.
En 1602 el Papa Clemente VIII consagró a Francisco, obispo de Ginebra, de 35 años, una ciudad que hasta hace poco había sido parte de Saboya, pero que ahora era fuertemente calvinista y estaba desarrollando vínculos con la Confederación Suiza. El joven obispo trabajó enérgicamente para organizar y educar a los relativamente pocos católicos romanos que quedaban en la ciudad. Se aseguró de que sus sacerdotes recibieran una formación sólida y estableció una organización para enseñar la doctrina católica en las parroquias de su diócesis. El mismo Francisco viajó a todas las iglesias, se reunió con tantas personas como pudo y las inspiró con su propia energía y competencia.
La preocupación constante de Francisco por una espiritualidad sólida basada en la oración lo llevó a enseñar que la unión con Dios no solo era posible sino deseable para las personas que llevaban una vida de negocios y familia. Su breve libro Introducción a la vida devota ganó popularidad generalizada y duradera, y su obra más larga, Tratado sobre el amor de Dios, todavía se considera una obra maestra de la teología mística.
En colaboración con una amiga cercana, Jeanne Françoise de Chantal, fundó la Orden de la Visitación de Nuestra Señora (1610) para mujeres. Francisco predicó más de 200 sermones al año durante 20 años. Murió repentinamente de una hemorragia cerebral en Lyon el 28 de diciembre de 1622. Sus escritos —tratados espirituales, cartas, tratados contra los calvinistas— fueron recopilados después de su muerte y publicados en 26 volúmenes. Fue nombrado patrón de los escritores.
Otras lecturas
San Francisco de Sales Introducción a la vida devota está disponible en una traducción al inglés de Michael Day (1956). De las muchas biografías, Maurice Henry-Coüannier, San Francisco de Sales y sus amigos (trad. 1964), es un estudio personal particularmente interesante. De las biografías contemporáneas, la más interesante es Michael de la Bedoyere, Francois de Sales (1960). □