Desde mediados de la década de 1990, cuando un gran número de personas de todo el mundo comenzaron a conectarse "en línea" para explorar Internet (ver la entrada en 1990: The Way We Lived en el volumen 5), millones de ellos han estado charlando entre sí en las muchas salas de chat que han surgido en el ciberespacio. Las salas de chat pueden describirse como el equivalente contemporáneo de la antigua "línea compartida", las primeras centrales telefónicas en las que varios clientes compartían el mismo número y, por lo tanto, podían escuchar a escondidas las conversaciones de los demás. Hoy en día, cualquier persona con acceso a módem y contraseña puede entablar una conversación. Las opciones incluyen cualquier cantidad de salas de chat generales para socialización anónima o salas de chat de intereses especiales para discutir temas más especializados.
Una sala de chat típica puede consistir en una docena o más de personas que usan sus teclados para ingresar declaraciones rápidas y concisas que se muestran en tiempo real en la pantalla. Para un novato, esto puede parecer un parloteo de voces desconectadas. Los usuarios habituales se acostumbran rápidamente al arte de seguir el hilo de discusión. Debido a la naturaleza condensada de los mensajes, los usuarios del chat han desarrollado un lenguaje abreviado de abreviaturas: "sup" para "¿qué pasa?" "K" para "está bien", "ic" para "ya veo", "lol" para " reír a carcajadas ", y así sucesivamente. Los símbolos llamados emoticonos también comunican significado: por ejemplo, ":-)" para una sonrisa, ":-(" para fruncir el ceño y "{}" para un abrazo.
Muchas discusiones en las salas de chat parecen triviales e incluso ininteligibles, pero otras se han convertido en el equivalente digital del bar de la esquina o cafetería donde los clientes habituales se reúnen habitualmente para "disparar la brisa". Algunas salas de chat se han convertido en foros serios para el intercambio de información sobre temas como medicina, arquitectura, comida, historia y viajes; otros se han convertido en grupos de apoyo para personas que enfrentan situaciones estresantes; otros se han convertido en servicios informales de citas para personas que buscan situaciones románticas.
Algunos expertos ven las salas de chat como lugares que facilitan la interacción humana en una sociedad que en sí misma es anónima. Los defensores de la comprensión global elogian las salas de chat por crear un foro de "aldea global" en el que personas de todo el mundo pueden compartir información entre sí. Sin embargo, la relativa privacidad de las salas de chat, en las que los participantes anónimos son conocidos solo por su nombre o "identificador" inventado por ellos mismos, tiene sus desventajas. En relativamente pocos casos, los extraños se han aprovechado de los usuarios que confían en el chat para extraer información personal o para organizar reuniones personales que han dado lugar a actividades delictivas. El anonimato también permite a las personas explorar otras dimensiones de su personalidad. Algunas personas anhelan las percepciones psicológicas que dicen recibir mientras se hacen pasar por personas de un género, raza o clase diferente.
—Edward Moran
Para más información
Henderson, Harry. La Internet. San Diego: Lucent Books, 1998.
Komorn, Julie. Chat Chat Chat. Nueva York: Scholastic, 1999.
Mutchler, Matthew. "Sí, Virginia, hay gente normal en el ciberespacio". Zine 375.http://eserver.org/zine375/cyberspace.html (accedido a abril 2, 2002).