RÁKÓCZI REVOLT. Después de la reconquista de Hungría a los otomanos en la guerra de 1684-1699, Viena trató a los húngaros como rebeldes poco fiables y a su país como territorio conquistado que ahora podría integrarse en la monarquía según el diseño de Viena. Sin embargo, las duras medidas para someter, explotar, catolicizar y germanizar el país provocaron disturbios que culminaron en un levantamiento a gran escala en mayo de 1703. Dirigido por Ferenc Rákóczi II (1676-1735), el aristócrata más rico de la Alta Hungría, que había fue criado como un súbdito leal de los Habsburgo por los jesuitas después de la fracasada lucha de su padrastro (Imre Thököly) y su madre (Ilona Rákóczi) contra los Habsburgo, la insurrección destinada a restaurar la independencia de Hungría. A principios de 1704, desde que las mejores fuerzas de Habsburg fueron ocupadas en la Guerra de Sucesión española, Rákóczi controlaba casi todo el país. Sin embargo, el país no pudo financiar al insurgente, o kuruc, ejército de 70,000 hombres, sus generales no tenían experiencia, y Rákóczi, que fue elegido príncipe de Transilvania (1704) y de Hungría (1705), demostró ser mejor diplomático y estadista que un comandante en el campo de batalla. Tras sucesivas derrotas, la mayoría de los aristócratas regresaron a los Habsburgo, depuestos por la dieta de 1707. Mientras Rákóczi buscaba ayuda exterior en Polonia, su general, Sándor Károlyi, firmó el tratado de paz de Szatmár (1711). Aunque acusado de "traición" por los historiadores nacionalistas, Károlyi logró el mejor compromiso posible, dada la desfavorable situación militar y diplomática para los insurgentes. Mientras que los Habsburgo restablecieron la autoridad real sobre Hungría, los insurgentes recibieron una amnistía general y la promesa de su gobernante de que se restablecerían sus derechos constitucionales y religiosos. Más importante aún, el tratado abrió el camino para una reconstrucción pacífica del país después de tres décadas de guerra. Rákóczi rechazó la amnistía y murió en el exilio en Tekirdağ (Rodosto), Turquía en 1735.