"Revolución permanente" fue la explicación de León Trotsky de cómo podría ocurrir una revolución comunista en una Rusia industrialmente atrasada. Según el marxismo clásico, solo una sociedad de capitalismo avanzado con una gran clase trabajadora estaba madura para la revolución comunista. Rusia no cumplió con ninguno de los requisitos previos. Además, Karl Marx concibió una revolución en dos etapas: primero la revolución burguesa, luego en secuencia la revolución proletaria que establece una dictadura para la transición al comunismo. Trotsky argumentó que la teoría de las dos etapas no se aplicaba. Más bien, dijo, Rusia estaba en una etapa de desarrollo desigual donde las revoluciones burguesa y proletaria se desarrollaban juntas bajo el impacto del Occidente avanzado.
Trotsky predijo que una vez que estallara la revolución en Rusia, sería permanente como resultado de una dinámica Este-Oeste. La revolución de la mayoría burguesa sería derrocada por una minoría proletaria consciente que llevaría adelante la antorcha de la revolución. Sin embargo, era necesaria una segunda fase: a saber, la revolución proletaria en Europa occidental iniciada por la iniciativa del proletariado ruso; el proletariado de Europa Occidental ahora en el poder rescata a la minoría proletaria asediada en Rusia; y se abre el camino a la revolución comunista internacional.
La teoría de Trotsky parecía corroborada en la revolución rusa de 1917. El zarismo fue derrocado por un gobierno provisional burgués en febrero, que luego los bolcheviques derrocaron en octubre. Sin embargo, la segunda fase propuesta por la teoría de Trotsky, la revolución de Europa Occidental, no se materializó. Los bolcheviques enfrentaron el dilema de cómo sostener el poder donde no existía una economía industrial avanzada. ¿No estaba condenado el gobierno bolchevique al fracaso sin la ayuda occidental?
Usurpando el poder, Josef Stalin respondió a la teoría de Trotsky con su "socialismo en un solo país". Curiosamente, su receta era similar a una estrategia que Trotsky propuso anteriormente, a saber, economía de mando, industrialización forzada y colectivización. Con el colapso comunista en Rusia en 1991, las teorías de Trotsky y Stalin se volvieron discutibles.