Reforma católica

Iglesia Católica Romana ... 180

La Reforma Católica comenzó oficialmente cuando se convocó el Concilio de Trento en 1545. Sin embargo, antes de esa época, sacerdotes, monjas, obispos y papas habían estado tratando de lograr una reforma. Entre ellos se encontraba el sacerdote español Ignacio de Loyola, quien fundó la Compañía de Jesús (jesuitas) en 1540. La base de las prácticas de los jesuitas fueron las numerosas notas de Ignacio sobre las formas de convertirse en un cristiano más devoto. Posteriormente titulado Ejercicios espirituales, el libro se volvió muy influyente dentro de la iglesia. Otra reformadora fue la monja española Teresa de Ávila, a quien se le atribuye la reactivación del catolicismo en las décadas de 1560 y 1570, cuando el protestantismo amenazaba con derrocar a la iglesia. Su contribución más significativa fue la fundación del Convento Carmelita Reformado de Descalzos (Descalzos) de San José, una orden católica para mujeres. Teresa es más conocida hoy como una de las grandes místicas católicas. Teresa tuvo muchas experiencias místicas, llamadas raptos, que describió en varios libros. Entre sus obras más leídas se encuentra La vida de Teresa de Jesús.

Las reformas dentro de la Iglesia Católica también fueron iniciadas por el Concilio de Trento, una conferencia de funcionarios de la iglesia. El Concilio de Trento completó su trabajo en 1563 y emitió un informe titulado Cánones y grados del Concilio de Trento. Al año siguiente, el Papa Pío IV publicó la Profesión de la fe tridentina, que era un credo vinculante para los maestros de las doctrinas de la iglesia. La Profesión fue un resumen de las principales decisiones del Concilio de Trento según se informa en Cánones y Decretos. Aunque en estos documentos no se menciona a ningún protestante por su nombre, el concilio discutió las enseñanzas protestantes. La Profesión de la Fe Tridentina reflejaba, por tanto, la respuesta de la Iglesia a los principales puntos de discordia entre católicos y protestantes.