Puerta de iraq

IRAK-GATE es el nombre que se le da a un escándalo centrado en los préstamos garantizados por el gobierno de Estados Unidos a Irak. Las denuncias del escándalo surgieron después de la Guerra del Golfo Pérsico en 1991, en la que Estados Unidos luchó contra Irak, liderado por Saddam Hussein. Investigaciones posteriores revelaron evidencia de que entre 1985 y 1989, la sucursal de Atlanta de Banca Nazionale del Lavoro (BNL), el banco nacional italiano, emitió más de $ 5 mil millones en préstamos secretos e ilegales a Irak. Los préstamos fueron respaldados por el Export-Import Bank y la Commodities Credit Corporation, dos agencias del poder ejecutivo. Si bien el propósito de estos préstamos era para alimentos y productos agrícolas, la concesión del dinero le permitió a Hussein usar el dinero en armas que podría haber gastado en alimentar a la nación. Los préstamos operaban prestando dinero a empresas que suministraban a Hussein productos de fabricación de armas.

Después de ser acusado de fraude y otros cargos relacionados, el gerente de la sucursal de BNL Atlanta, Christopher Drougal, testificó ante el Comité Bancario de la Cámara sobre los detalles de los préstamos. Afirmó que los préstamos de BNL eran parte de una operación encubierta diseñada para financiar el rearme secreto de Irak. Afirmó que él era simplemente el instrumento de una política secreta de Estados Unidos para ayudar a Hussein. La operación fue coordinada con funcionarios italianos por la administración del presidente Ronald Reagan y continuó por el presidente George HW Bush. Estados Unidos participó en el armado de Irak para ganar poder de negociación para los rehenes estadounidenses en Irak. A pesar de estas acusaciones, la administración Bush negó cualquier participación en los préstamos ilegales. Sin embargo, en octubre de 1992, el Fiscal General William Barr instruyó a la Oficina Federal de Investigaciones para que comenzara una investigación sobre las denuncias de obstrucción a la justicia por parte del gobierno. Durante las elecciones presidenciales de 1992, Bill Clinton prometió que, de ser elegido, investigaría el escándalo. El 17 de enero de 1995, la Fiscal General Janet Reno emitió el informe final resultante de la investigación de la administración Clinton sobre el asunto. El informe concluyó que no hubo violación de la ley.

Bibliografía

Krosney, Herbert. Negocios mortales: acuerdos legales y armas fuera de la ley: el armamento de Irán e Irak, de 1975 al presente. Nueva York: Four Walls Eight Windows, 1993.

Carpintero, Kenneth. El lobby de la muerte: cómo Occidente armó a Irak. Boston: Houghton Mifflin 1991.

Shira M.Cena