Príncipe Karl August von Hardenberg

El príncipe Karl August von Hardenberg (1750-1822) se desempeñó como primer ministro de Prusia. Presidió la recuperación de Prusia después del colapso de 1806 y dirigió la diplomacia del estado.

Karl August von Hardenberg nació en Essenrode el 31 de mayo de 1750 y, cuando era joven, sirvió en las burocracias de varios pequeños estados alemanes, incluidos Hannover, Braunschweig y Ansbach-Bayreuth. Cuando el último se incorporó a Prusia en 1791, fue incorporado a los servicios prusianos, con la responsabilidad principal de gobernar esa provincia. También se distinguió en diversas misiones diplomáticas, por lo que en 1804 fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores de Prusia. La política que recomendó —una estricta neutralidad en las guerras napoleónicas, combinada con un intento de adquirir Hannover— habría sido posible sólo con la ayuda de Napoleón y era, por decir lo mínimo, contradictoria. Hardenberg pronto fue abandonado por Frederick William III.

Hardenberg fue recordado después del colapso militar prusiano en Jena (1806) e inmediatamente intentó salvar la situación negociando una alianza con Rusia. Ante la insistencia de Napoleón, fue despedido por segunda vez. Sin embargo, fue llamado en 1810 en calidad de primer ministro de Prusia, con el cargo de administrar las reformas internas propuestas por el barón Stein. Procedió a hacerlo con un espíritu bastante más radical que el propuesto por Stein. Se abolió toda la legislación que favorecía a los gremios de artesanos restrictivos; los privilegios de la nobleza fueron severamente restringidos; todos los impuestos se consolidaron en un impuesto territorial general; se abolieron los restos de la servidumbre, el trabajo forzoso que todavía se exigía al campesinado en las grandes propiedades. Todos estos pasos radicales fueron defendidos como el único medio de elevar la enorme indemnización que Napoleón había impuesto a Prusia.

Al mismo tiempo, Hardenberg presidió con mucha habilidad la conducción de la política exterior prusiana. Se aseguró de que Prusia volviera a entrar en la guerra en el momento adecuado y dirigió la delegación prusiana al Congreso de Viena (1815), donde Prusia recuperó todo el territorio que había perdido en Tilsit en 1807. A partir de entonces, Hardenberg, mientras permanecía como ministro principal hasta su muerte, perdió gran parte de su influencia por sus vanos intentos de persuadir a Federico Guillermo III de que cumpliera su promesa de dar a Prusia una constitución después de la exitosa conclusión de la guerra. El rey y el temperamento de la época iban a la deriva hacia la reacción, y Hardenberg se encontró representando, de mala gana, a Prusia en una serie de congresos internacionales dedicados a la supresión del liberalismo en Europa. Murió en Génova el 26 de noviembre de 1822.

Otras lecturas

En ausencia de biografías en inglés de Hardenberg, el estudiante debe consultar a WM Simon, El fracaso del movimiento de reforma prusiano (1955); KS Pinson, Alemania moderna (1963; 2ª ed. 1966); Hajo Holborn, Una historia de la Alemania moderna, vol. 2 (1964); y Klaus Epstein, La génesis del conservadurismo alemán (1966). □