Dom Sebastião José de Carvalho e Melo, el Marquês de Pombal, fue el controvertido primer ministro portugués autocrático del rey José I (1750-1777). Las políticas de reforma racionalista de Pombal iniciaron un período de modernización sin precedentes que moldeó profundamente la cultura económica e intelectual de su nación. Pombal se esforzó por aumentar las manufacturas nacionales y reducir la influencia de los agentes extranjeros en la economía portuguesa, principalmente la comunidad comercial británica en Lisboa. Como embajador de Portugal en Londres (1739-1743) y Viena (1745-1749), absorbió los principios de la teoría económica mercantilista y la Ilustración (Pombal se unió a la Royal Society de Londres en 1740). Regresó a Lisboa decidido a fortalecer la posición de Portugal a nivel internacional mediante un programa de reforma racional. En 1750, Pombal supervisó la fundación de la Real Fábrica de Sedas en Lisboa, un intento de producir en el país textiles de lujo tradicionalmente importados. Para estimular el crecimiento de una clase comercial colonial brasileña (y así disuadir la invasión británica de la economía imperial), Pombal instituyó la empresa comercial monopolista de Grão Pará y Maranhão (1755). En 1756, Pombal estableció la primera región vinícola demarcada del mundo para regular la producción de vino de Oporto, estabilizando así el mercado para el producto de exportación más importante de Portugal. El liderazgo firme y proactivo de Pombal después del terremoto de Lisboa (1755) le permitió fortalecer su influencia sobre la sociedad portuguesa. Siguieron importantes iniciativas de reforma social e intelectual: la expulsión de la orden de los jesuitas (1759); una reforma racionalista del plan de estudios de la Universidad de Coimbra (1772); y la restricción del poder de la Inquisición mediante una reestructuración de los estatutos de esa institución (1774).