A diferencia de la planificación directiva, tal como se practica en la Unión Soviética desde 1928 en adelante, la planificación indicativa es un conjunto de proyecciones numéricas consistentes del futuro económico sin incentivos específicos para su cumplimiento. Más bien, el plan indicativo se concibe como información coordinada que guía las elecciones de entidades separadas en la economía de mercado.
Los primeros planes indicativos fueron los elaborados por Gosplan en la URSS a mediados de la década de 1920. Estos pronto se integraron en instrucciones obligatorias emitidas por el Consejo Supremo de Economía Nacional (VSNKh), más tarde por el propio Gosplan. Los planes de salida se complementaron con balances de materiales, inspirados en la experiencia alemana durante la Primera Guerra Mundial y generalizados como análisis de entrada-salida en el trabajo de Wassily Leontief y otros.
Durante e inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, los economistas de Europa continental desarrollaron la idea de la planificación indicativa como guía para la recuperación y para la formulación de políticas económicas a corto plazo. Destacan la Oficina Central de Planificación de los Países Bajos, dirigida por Jan Tinbergen, el Comisariado General del Plan francés, inspirado por Jean Monnet, y la Agencia Japonesa de Planificación Económica. En todos estos, las agencias gubernamentales juegan un papel en la recopilación y desarrollo de la información necesaria para construir un modelo econométrico multisectorial. Dicho modelo permite probar los efectos de los instrumentos de política alternativos sobre objetivos como la inflación, la tasa de crecimiento y la balanza de pagos. Si bien la planificación indicativa asume una economía de mercado principalmente privada con competencia de fuera del país, el consulta (colusión no oficial) de los planes de inversión privada, como se practica en Francia y Japón, se supone que evita la duplicación de esfuerzos, aumenta los volúmenes de inversión y quizás reduce la inestabilidad cíclica. Los burócratas japoneses y franceses también han orientado los fondos de inversión de fuentes controladas por el estado hacia proyectos favorecidos. En la práctica, sin embargo, es dudoso que la planificación indicativa haya tenido una influencia muy positiva en el desempeño económico de estas economías, particularmente a medida que se abrieron al comercio internacional y los flujos de capital.
La Yugoslavia comunista adoptó una especie de planificación indicativa en la década de 1950. El objetivo principal era orientar la distribución de capital a empresas autogestionadas en todas las repúblicas de ese país. Después de la caída del comunismo, también se adoptó la planificación indicativa en Polonia. La base teórica para la planificación indicativa en un contexto socialista fue desarrollada por Janos Kornai y sus coautores, pero la práctica nunca se conformó con tales esquemas racionales.
La planificación indicativa debe distinguirse de la llamada "planificación indirecta", incorporada en el Nuevo Mecanismo Económico de Hungría en 1968 y contemplada por los reformadores soviéticos de finales de los años ochenta. En lugar de establecer una economía de mercado mixta o regulada, como en Europa occidental, las autoridades comunistas continuaron dominando la economía mediante la planificación de la inversión y el suministro, así como las subvenciones. Tanto en Hungría como en la Rusia de Gorbachov, una débil restricción presupuestaria sobre los salarios y otros costos provocó presiones inflacionarias y escasez, junto con un aumento de la deuda externa. Estos problemas contribuyeron al colapso de la planificación indirecta.