Pío X (1835-1914) fue Papa desde 1903 hasta 1914. Es mejor recordado por sus reformas litúrgicas y canónicas más que por cualquier contribución a la paz mundial o la unidad de la Iglesia.
Giuseppe Melchiorre Sarto, que se convirtió en Pío X, nació en Riese, provincia de Trieste, Italia, el 2 de junio de 1835. Sus padres eran pobres. Se formó para el sacerdocio en Padua y se convirtió en párroco en Venecia, donde permaneció hasta 1875, cuando se convirtió en canónigo de la Catedral de Treviso y superior del Seminario de Treviso. Convertido en obispo de Mantua en 1884, León XIII lo nombró cardenal en 1893. Tres días después, León lo nombró patriarca de Venecia. Fue elegido Papa el 4 de agosto de 1903.
En sus políticas, Pío X volvió a las líneas principales de Pío IX, renunciando a las reformas sociales y la intención política que habían caracterizado el pontificado de León. Pío X se propuso desarrollar las cualidades espirituales de los sacerdotes y las personas y garantizar que las teorías científicas y la metodología modernas no hicieran incursiones en la fe de su Iglesia. Aquí mostró una intransigencia completa y dogmática. Aprovechó la ocasión para actuar cuando un grupo de eruditos católicos de la Biblia aplicó los últimos datos científicos a la Biblia y produjo ciertas conclusiones. Pío X actuó principalmente en forma de carta encíclica, alimentación y en un decreto, Quejas (ambos publicados en septiembre de 1907).
En la carta Pío X atacó lo que se ha llamado modernismo, condenando 65 proposiciones que según Pío socavaban el dogma tradicional del cristianismo. El modernismo, en esencia, tendió a renunciar a ciertos dogmas tradicionales en aras de acomodar ciertas teorías científicas modernas. Representó un intento "modernizador", de ahí su nombre. La carta de Pío tuvo efectos incalculables tanto en la fe de las personas como en la vida intelectual de la Iglesia, así como en todo el acercamiento de la Iglesia al hombre moderno. Muchos abandonaron la Iglesia o fueron excomulgados. La investigación y la investigación intelectual fueron sofocadas durante más de 40 años hasta el reinado de Pío XII.
La actitud de Pío X hizo que la Iglesia fuera poco atractiva para muchos fuera de ella y aisló a las instituciones de la Iglesia de cualquier participación activa en la vida intelectual de los eruditos bíblicos. Pío impuso la renovación anual de un juramento por parte de todos los profesores y académicos del seminario católico romano de que rechazan las 65 proposiciones o formulaciones del modernismo, lo que obstaculiza efectivamente el desarrollo interno de la filosofía y teología católica romana. Pío X respaldó este decreto y carta relegando toda una serie de libros al Índice de Libros Prohibidos e imponiendo un control riguroso sobre la Pontificia Comisión Bíblica, de modo que todos los profesores y estudiantes de asuntos bíblicos estuvieran bajo vigilancia y control.
Pío X instituyó una reacción contra los demócratas cristianos, el partido católico en Italia. Se opuso a que cualquier católico en Italia o en cualquier otro lugar llevara una vida social o política independientemente de la jerarquía de la Iglesia. Condenó los partidos católicos populares en Italia y Francia, incluida la Action Française de Charles Maurras. En este asunto, Pío llevó al extremo el paternalismo político de León XIII y rechazó los ideales democráticos. En cumplimiento de esta política, una ruptura con el gobierno francés era inevitable debido a la filosofía secularizadora de ese gobierno y la ley de 1905 que separaba la Iglesia y el estado en Francia. La tensión entre Rusia y el Vaticano creció sobre Polonia. Pío tenía relaciones incómodas con Alemania, Austria y Estados Unidos por las mismas razones.
Como reformador de la Iglesia, Pío X tuvo más éxito. Reformó la enseñanza del catecismo y la educación y predicación de los sacerdotes. Promovió la reverencia por la Eucaristía y varias otras reformas litúrgicas. Inició una reescritura del Código de Derecho Canónico de la Iglesia y modernizó la Curia, o administración central de la Iglesia Romana.
Quizás uno de los mayores logros de Pío fue la mejora de las relaciones del Vaticano con el estado italiano. Pío dejó de etiquetar al estado como un usurpador de las posesiones papales y, mediante la abstención de las polémicas, llegó a un modus vivendi con el estado en el que ninguna de las partes admitía el error ni acusaba al otro de hacerlo. Ambas partes llegaron a tener una visión más realista de los hechos. El miedo al socialismo también pareció unir a liberales y conservadores en la escena política, y gradualmente a los católicos italianos se les permitió participar en la vida política. Pío estableció siete condiciones bajo las cuales un católico podría votar por candidatos políticos. Estos fueron resumidos en el llamado Pacto Gentilioni de 1913. La actitud moral de Pío X se manifestó de nuevo claramente en su negativa a aprobar la causa austriaca y alemana al estallar la Primera Guerra Mundial y en su denuncia de todo recurso a la violencia como un medios para resolver disputas. Pío, quien murió el 20 de agosto de 1914, fue declarado santo por Pío XII en 1954.
Otras lecturas
Los trabajos biográficos sobre Pío X incluyen a Katherine Burton, El gran manto (1950); MG Dal-Gal, Pío X: Historia de vida del Beatus (1954); Francis A. Forbes, Papa San Pío X (1954); y VA Yzermans, Todas las cosas en Cristo (1954). Para conocer los antecedentes, consulte AR Vidler, El movimiento modernista en la Iglesia romana (1934).
Fuentes adicionales
Diethelm, Walter, San Pío X: el granjero que se convirtió en Papa, San Francisco: Ignatius Press, 1994.
O'Brien, Felicity, San Pío X, Londres: Catholic Truth Society, 1976. □