Narimanov, nariman

(1870-1925), renombrado educador, autor, médico, bolchevique durante mucho tiempo y jefe del primer gobierno soviético de Azerbaiyán de 1920 a 1922.

En las interpretaciones soviéticas, Narimanov se destacó como el bolchevique nativo clave que apoyó la sovietización de su tierra natal, Azerbaiyán. Presidió el primer Soviet de Comisarios del Pueblo (Sovnarkom), que se estableció con el derrocamiento del gobierno independiente por parte del Ejército Rojo el 28 de abril de 1920. Narimanov no estaba en la capital azerbaiyana de Bakú en ese momento, y no está claro que él apoyó este medio de instalar el poder soviético. Los documentos publicados a fines de la década de 1980 indican que la visión de Narimanov del gobierno soviético en Azerbaiyán estaba más cerca de un programa anticolonial que conducía al dominio nativo que de un medio para el dominio de un proletariado industrial que, en Azerbaiyán, era en gran parte ruso. Durante los primeros años del poder soviético, Narimanov se encontró cada vez más en desacuerdo con los líderes no nativos del partido transcaucásico, especialmente el protegido de Stalin, Sergo Ordzhonikidze. La oposición de Narimanov a políticas clave, entre ellas la fusión de las tres repúblicas de Azerbaiyán, Armenia y Georgia en una Federación Transcaucásica (Zakfederatsiia o ZSFSR), llevó a su expulsión en 1922 de Bakú. Su prominencia fue tal que su destitución fue eufemizada como un "ascenso" a un puesto en Moscú.

El historial prerrevolucionario de Narimanov como educador y escritor lo llevó a participar en las políticas culturales en el período soviético temprano. Apoyó la política de latinización del alfabeto turco azerbaiyano, que era una propuesta indígena, pero que Moscú favorecía. Respaldó proyectos de reforma escolar que vinieron del Comisariado de la Ilustración de Rusia. Sin embargo, sus discursos en las conferencias de maestros revelaron que su objetivo final era una amplia participación popular en el gobierno de los "trabajadores" azerbaiyanos. Su uso de ese término en lugar de "proletariado", junto con su apoyo a las escuelas rurales, sugiere que esperaba que los aldeanos azerbaiyanos tuvieran una genuina asociación en el gobierno con los trabajadores urbanos, tanto azerbaiyanos como otros.

Narimanov murió en Moscú el 19 de marzo de 1925, supuestamente de un corazón débil. Su cuerpo fue incinerado, lo que no tiene precedentes en la tradición azerbaiyana (musulmana). Algunos eruditos creen que pudo haber sido envenenado. Sus cenizas fueron enterradas en la muralla del Kremlin.