(1899-1980), autora de memorias y conservadora del legado poético de su marido Osip Mandelshtam.
Nadezhda Yakovlevna Mandelshtam (de soltera Khazina) es conocida principalmente por sus dos libros que detallan la vida con su esposo, el poeta modernista Osip Mandelshtam, y los años posteriores a su muerte en las purgas de Stalin. Creció en Kiev en una familia muy unida e intelectualmente talentosa, recordada con cariño en tres bocetos biográficos. Con el inicio de la revolución y la guerra civil, disfrutó de una existencia bohemia como pintora en el estudio de la artista Alexandra Ekster.
En 1922, Nadezhda se casó con Mandelshtam, y los dos se mudaron a Moscú y luego a Leningrado en 1924. En 1925 comenzó su amistad con la poeta Anna Akhmatova. Osip Mandelshtam fue detenido en Moscú en 1934 tras escribir un poema en el que denunciaba a Josef Stalin. Nadezhda lo acompañó al exilio en Voronezh hasta 1937 y en 1938 estuvo presente cuando fue arrestado y enviado al gulag donde murió. Ella escapó del arresto el mismo año.
Durante las siguientes dos décadas, Nadezhda Mandelshtam sobrevivió enseñando inglés y se mudó con frecuencia para evitar la atención oficial. En 1951 completó una disertación en lingüística. También comenzó a trabajar en la rehabilitación de su esposo e investigó su vida y su destino. Muchos de sus poemas sobrevivieron porque ella los memorizó. Su primer libro de memorias, Vospominaniia (Nueva York, 1970, traducido como Esperanza contra esperanza, 1970), se dedicó a sus últimos años con Osip Mandelshtam y a una acusación más amplia del sistema estalinista que lo había condenado. El libro, que circuló en la Unión Soviética en samizdat, atrajo la atención y elogios de los lectores soviéticos y occidentales. Su segundo libro, El segundo libro (París, 1972, traducido como Esperanza abandonada, 1974), ofendió a algunos lectores rusos con sus obstinadas descripciones de varias figuras literarias. Los tratamientos del trabajo de Nadezhda Mandelshtam han señalado su éxito en el logro de una voz literaria fuerte y vibrante, incluso cuando transmitió el legado cultural de una generación anterior.