Ley de electrificación rural (1936)

Andrew R. Klein

La Ley de Electrificación Rural (49 Stat. 1363) fue una de las leyes más importantes durante la era del New Deal del presidente Franklin D. Roosevelt. Permitió al gobierno federal otorgar préstamos de bajo costo a cooperativas sin fines de lucro (agricultores que se habían unido) con el propósito de llevar electricidad a gran parte de las zonas rurales de Estados Unidos por primera vez.

El presidente Roosevelt preparó el escenario para la aprobación de la ley el 11 de mayo de 1935, cuando emitió una orden ejecutiva que creó la Administración de Electrificación Rural (REA). La REA fue parte de un paquete de ayuda diseñado para estimular una economía que aún está en las garras de la Gran Depresión. El 20 de mayo de 1936, el Congreso aprobó la Ley de Electrificación Rural, haciendo realidad la promesa de la REA de financiación a largo plazo para la electricidad rural. En particular, la ley permitió al presidente nombrar un administrador para la REA que

autorizada y habilitada para otorgar préstamos en varios estados y territorios de los Estados Unidos para la electrificación rural y el suministro de energía eléctrica a personas en áreas rurales que no [estaban] recibiendo servicio de estación central; ... realizar o hacer que se realicen estudios, investigaciones e informes sobre el estado y avance de la electrificación de las zonas rurales en los distintos Estados y Territorios; y publicar y difundir información al respecto.

El acto abordó una necesidad seria. Cuando el presidente Roosevelt creó la REA, solo el 10 por ciento de los estadounidenses rurales tenían electricidad. Esta falta de energía impidió a los agricultores modernizar sus instalaciones. También obligó a algunas personas a vivir en condiciones insalubres. Muchos estadounidenses rurales, por ejemplo, vivían en hogares con calefacción inadecuada y condiciones sanitarias deficientes. La mayoría de los agricultores no tenían agua corriente y tenían pocos medios para almacenar sus alimentos.

Sin embargo, las empresas de servicios públicos de propiedad privada, que proporcionaban energía a la mayor parte del país, no estaban ansiosas por atender a la población rural. Estas empresas argumentaron que el suministro de electricidad a las zonas rurales no era rentable. La falta de atención de las empresas privadas llevó a los agricultores a formar cooperativas sin fines de lucro para implementar la electrificación incluso antes de la REA. Pero, sin la ayuda del gobierno, estas organizaciones carecían de la experiencia técnica y financiera que necesitaban para tener éxito.

La creación de la REA cambió la forma de trabajar de las cooperativas. Más significativamente, el gobierno ayudó a los agricultores otorgando préstamos a bajo costo a sus cooperativas. A través de estos préstamos, las cooperativas podrían adquirir las instalaciones de generación y distribución necesarias para suministrar energía eléctrica a sus fincas. La REA también ayudó a los agricultores a desarrollar métodos de línea de montaje para la construcción de líneas eléctricas con procedimientos uniformes y tipos estandarizados de hardware eléctrico. El resultado fue que cada vez más estadounidenses rurales podían pagar la electricidad. Para 1950, el 90 por ciento de las granjas estadounidenses tenían electricidad.

El 28 de octubre de 1949, el Congreso hizo una importante enmienda a la Ley de Electrificación Rural que permitió una mayor modernización de la América rural. Esta enmienda autorizó a la REA a otorgar préstamos con el fin de proporcionar y mejorar el servicio telefónico rural.

La REA ya no existe en su forma original. Con la reorganización del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) en 1994, la REA se convirtió en el Servicio de Servicios Públicos Rurales (RUS). Además de ayudar a proporcionar a las zonas rurales servicio eléctrico y telefónico, la RUS se hizo cargo de los programas de agua y alcantarillado del USDA y ayudó a más de 20,000 comunidades rurales a obtener sistemas de agua modernos.