La enmienda del cajero

La enmienda del cajero (1898), patrocinado por el senador republicano Henry M. Teller de Colorado, fue adoptado junto con la autorización del Congreso, el 20 de abril de 1898, para el uso de la fuerza militar estadounidense para establecer la independencia de Cuba de España, a raíz de la solicitud de fuerza del presidente William McKinley el 11 de abril. En la enmienda, Estados Unidos rechazó cualquier “intención de ejercer soberanía, jurisdicción o control sobre [Cuba] excepto para la pacificación de la misma, y ​​afirma su determinación cuando se logre dejar el gobierno y control de la isla a su pueblo. "

Teller era amigo de la independencia cubana y había apoyado infructuosamente el reconocimiento de los insurgentes cubanos por parte de Estados Unidos. La adopción unánime de su enmienda reflejó una considerable oposición a la anexión de Cuba por diversos motivos: raciales, culturales y económicos (competencia con los productores de azúcar de Estados Unidos). No se aplicó a otras posesiones españolas como Puerto Rico, Guam y Filipinas. Si bien excluyó la anexión forzosa de Cuba, no impidió el establecimiento de posguerra de un protectorado estadounidense sobre la isla en virtud de la enmienda del senador Orville Platt al Proyecto de Ley de Asignaciones del Ejército del 2 de marzo de 1901 (la Enmienda Platt), que pasó a formar parte de la Constitución cubana. 1901-34, y autorizó la intervención militar estadounidense en Cuba cuando se consideró necesario.
[Véase también Cuba, Participación militar estadounidense en; Guerra hispano Americana.]

Bibliografía

John L. Offner, Una guerra no deseada: la diplomacia de Estados Unidos y España sobre Cuba, 1895–1898, 1992.
José M. Hernández, Cuba y Estados Unidos, Intervención y militarismo, 1898-1933 1993.

Jorge Rodríguez Profesión