Gaucho, el vaquero de Argentina y Uruguay. Los gauchos jugaron un papel histórico importante en el Río de la Plata y siguen siendo importantes símbolos culturales y políticos. Gauchos, primero llamado Gauderio, surgió como un grupo social distinto de cazadores de ganado salvaje a principios del siglo XVIII.
Los gauchos creían en el acceso común a los recursos de la pampa: tierra, agua y ganado. Durante la época colonial, las vastas manadas de ganado salvaje y caballos en las llanuras parecían inagotables. Los gauchos despreciaban o ignoraban a los funcionarios gubernamentales remotos que intentaban monopolizar la matanza de ganado. Huyeron o resistieron los intentos oficiales de dominarlos, dirigirlos y reclutarlos.
El gaucho adoptó gran parte de su subcultura ecuestre de los indios de la pampa. Habitualmente usaba un poncho, un chiripá (pantalones holgados como pañales) sostenidos por un cinturón de cuero grueso (tirador), y en los pies botas caseras (Botas De Potro) y espuelas de hierro. Se armó con las Boleadoras y un cuchillo con forma de espada (Facón).
Los funcionarios coloniales y del período nacional temprano veían al gaucho como un bárbaro analfabeto e incivilizado, no significativamente superior a los indios de las pampas. Sólo un conocimiento superficial y supersticioso de los símbolos del catolicismo separaba al gaucho, a ojos de los oficiales, de los "salvajes" de la llanura. Los gauchos se convirtieron en el objetivo de las leyes de reclutamiento militar y vagabundo diseñadas para poner fin a su estilo de vida libre.
Los gauchos reclutados lucharon contra los indios en la frontera, los británicos que invadieron Buenos Aires y Montevideo en 1806 y 1807, y las fuerzas realistas españolas durante las guerras de independencia. José Gervasio Artigas dirigió hábilmente a su ejército gaucho en Uruguay. Su servicio militar mejoró un poco la imagen del gaucho y le dio una reputación de valor y patriotismo. La palabra "gaucho" se convirtió menos en un epíteto que en una descripción del trabajador del rancho que montaba caballos y cuidaba ganado.
Los gauchos trabajaban estacionalmente en ranchos (Estancias), reuniendo y marcando ganado. Algunos gauchos, como el Domador (broncobuster) o Baquiano (scout), ganaban salarios más altos debido a sus habilidades especiales.
A medida que avanzaba el siglo XIX, la élite terrateniente y los políticos europeizados sometieron gradualmente al gaucho y cambiaron radicalmente su vida. Leyes más restrictivas, nueva tecnología y una economía rural diversificada marginaron al gaucho.
A partir de finales del siglo XIX, el gaucho inició una transición del ámbito de la historia al folclore y la literatura. Muchos escritores importantes de Argentina y Uruguay hicieron del gaucho el centro de su trabajo. Siguiendo la poesía pionera de Bartolomé Hidalgo e Hilario Ascasubi, escritores como José Hernández, Benito Lynch, Leopoldo Lugones, Ricardo Güiraldes y Jorge Luis Borges honraron al gaucho en poesía y prosa. Hoy en día llamar a alguien o algo "muy gaucho" sigue siendo un cumplido.