Elizabeth petrovna

La emperatriz rusa Isabel Petrovna (1709-1761) gobernó desde 1741 hasta 1761. Su reinado estuvo marcado por la continua occidentalización de Rusia y su crecimiento como gran potencia.

Nacida en Moscú el 18 de diciembre de 1709, Isabel era hija de Pedro I y Catalina Alekseyevna. Su educación, enfatizando el francés, el alemán y las gracias sociales, fue diseñada para prepararla para el matrimonio con un miembro de la realeza europea. Sin embargo, todos los esfuerzos para proporcionar un marido adecuado, incluido el intento de su padre de arreglar un matrimonio entre ella y Luis XV de Francia, fracasaron. La bella y vivaz Elizabeth se vio obligada a aceptar una vida de solterona pero no de castidad. A lo largo de los años, tuvo muchos amantes, el principal de ellos Alexis Razumovsky.

Isabel pasó las primeras 3 décadas de su vida en la oscuridad política durante las cuales el trono ruso pasó, después de la muerte de Pedro I, a una sucesión de sus parientes: su madre, como Catalina I; un sobrino, como Pedro II; una prima, como la emperatriz Anna; y finalmente su joven primo Iván VI, cuya madre, Anna Leopoldovna, ejercía de regente.

Esa oscuridad se levantó en 1741, cuando comenzó un movimiento para destituir a la supuesta regente pro-alemana y su hijo Iván VI y para instalar a Isabel como emperatriz. En noviembre de ese año, con el apoyo de Alexis Razumovsky, Isabel aceptó el papel de legítima reclamante al trono. Lideró un destacamento de guardias para apoderarse de la regente y de su hijo y luego se proclamó dramáticamente a sí misma emperatriz de Rusia.

Elizabeth, una persona intelectualmente limitada y sensual, prestó poca atención a los asuntos cotidianos del gobierno. Sin embargo, fue lo suficientemente sagaz como para ver la importancia de algunos asuntos políticos, en particular los que le preocupaban personalmente. Para proteger su posición, trató con dureza a quienes pudieran convertirse en amenazas, entre ellos la familia del ex regente, a quien mantuvo preso. Aunque Elizabeth no adoptó políticas internas ni externas, influyó tanto a través de su elección de funcionarios como de su respuesta a sus consejos.

Algunos cambios domésticos notables ocurrieron durante el reinado de Isabel. Se redujo el número de alemanes en el gobierno. Los privilegios de la nobleza terrateniente se incrementaron a expensas de los siervos. El proceso de occidentalización se aceleró con la introducción de mejoras estructurales en San Petersburgo; la apertura de la primera universidad rusa, en Moscú, en 1755; y el establecimiento de la Academia de las Artes en 1757.

Isabel se enorgullecía del avance de su país como gran potencia durante sus 20 años como emperatriz. En la última parte de su reinado, cuando Rusia estaba en guerra con Prusia, siguió de cerca los informes de batalla. Con la victoria casi a la vista, la emperatriz Isabel murió el 25 de diciembre de 1761.

Otras lecturas

Robert Nisbet Bain, La hija de Pedro el Grande (1899), es legible y útil. Un trabajo más reciente es Tamara Talbot Rice, Isabel, emperatriz de Rusia (1970). Véase también Herbert Harold Kaplan, Rusia y el estallido de la Guerra de los Siete Años (1968).

Fuentes adicionales

Emperatriz Isabel: su reinado y su Rusia, 1741-1761, Gulf Breeze, FL: Academic International Press, 1995. □