Causas de la reforma. Durante el siglo XVI, el gobierno Ming enfrentó varios problemas fiscales, uno de los cuales fue la insuficiencia del sistema monetario. Para complementar la escasez de monedas de cobre, el gobierno introdujo plata sin acuñar en las transacciones fiscales. Al convertir
mercancías en plata, a menudo se imponían recargos a los campesinos. Además de este problema monetario, la creciente carga de los gastos militares resultó onerosa. Los ejércitos Ming fueron apoyados en gran parte por el impuesto territorial, y una parte sustancial de los ingresos del gobierno se asignó a gastos militares. El tercer problema fue la insuficiencia de los salarios de los funcionarios públicos, que se pagaban en cereales. Estos pagos a menudo se convertían en productos básicos a un tipo de cambio bajo cuando los fondos gubernamentales eran insuficientes. La contracción de los salarios afectó la moral y fomentó la corrupción. Sin embargo, el mayor problema fue la confusión y complejidad de los impuestos sobre la tierra y el trabajo. El impuesto se evaluó según la clasificación de la tierra, que se reevaluó cada diez años. Este sistema fue mantenido por jefes de familia adinerados que, por lo tanto, pudieron eludir sus responsabilidades falsificando registros de tierras, un problema agravado por la complejidad de los impuestos y los servicios laborales. Finalmente, estos problemas afectaron negativamente a los campesinos.
Reforma de un solo látigo. Para resolver estos problemas fiscales, el gobierno Ming, desde 1522 hasta 1619, llevó a cabo una serie de reformas para simplificar la estructura tributaria y asegurar la recaudación de impuestos. Muchos impuestos se combinaron y simplificaron en pagos monetarios, una reforma conocida como yi tiao bian (combinando muchos elementos en uno) o Reforma de un solo látigo. El Secretario Jefe de Subvenciones, Zhang Juzheng, fue el ingeniero de estas reformas. Su primera medida importante simplificó las clasificaciones de tierras de alrededor de cien tasas diferentes a solo dos o tres tasas. La segunda medida combinó los impuestos territoriales de treinta o cuarenta tipos en dos o tres. En tercer lugar, los impuestos sobre la tierra y el trabajo se calcularon en un solo impuesto que se pagaría en plata. Finalmente, el gobierno estableció fechas uniformes de recaudación de impuestos para reducir la posibilidad de fraude y evasión fiscal.
Importancia de la reforma. Estas reformas fueron un prototipo de las prácticas fiscales modernas. Sus principios, como el cálculo de impuestos por funcionarios gubernamentales y el uso de pagos en efectivo, se emplean en las estructuras tributarias actuales. La evaluación de los impuestos se basó en las necesidades presupuestarias del estado y, por lo tanto, aseguró un ingreso confiable para administrar el gobierno. La plata podría usarse para pagar a los funcionarios del gobierno y contratar trabajadores. Los campesinos también se libraron de la molestia de transportar granos a los graneros del gobierno, en lugar de pagar sus impuestos directamente a las agencias de recaudación a nivel local.