Deuda federal

La deuda federal es la cantidad de dinero que el gobierno federal ha pedido prestado y aún no ha pagado. El gobierno paga la mayoría de sus operaciones recaudando dinero a través de impuestos, pero cuando los ingresos fiscales no son suficientes para cubrir todo lo que el gobierno quiere hacer, pide prestado el resto. En ese sentido, es como una familia que pide prestado algo extra cada mes para pagar sus facturas. El gobierno toma prestado mediante la venta de bonos, pagarés y letras del Tesoro a los inversores. Estas deudas pagan una tasa de interés al prestamista. Como era de esperar, la deuda federal aumenta en tiempos de guerra y otras calamidades, cuando el gobierno se endeuda mucho para lograr sus fines. Luego, la deuda tiende a contraerse después de que pasa la crisis, ya que el gobierno paga gradualmente lo que pidió prestado. En las últimas décadas se ha producido un intenso debate público sobre el tamaño de la deuda federal. Los economistas que favorecen un papel de gobierno expansivo argumentan que alguna deuda federal no es un problema. Por ejemplo, en tiempos de desempleo, el gobierno debería pedir prestado más y luego gastar el dinero en programas que generen empleo. Por otro lado, los conservadores fiscales sostienen que una deuda federal demasiado alta es mala para la economía. Cuando el gobierno compite por dólares con todos los demás prestatarios, las tasas de interés tienden a subir frenando la actividad económica. En la historia reciente de los Estados Unidos, la deuda federal fue muy alta durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945); cayó en los años posteriores y volvió a subir en la década de 1980 durante el fortalecimiento militar durante las etapas finales de la Guerra Fría; luego volvió a caer durante el boom económico de los noventa.