Cumbre de Ginebra de 1985

Una reunión en la cumbre del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, y el líder soviético Mikhail Gorbachev, tuvo lugar en Ginebra, Suiza, del 19 al 20 de noviembre de 1985. Fue la primera reunión en la cumbre de los dos hombres y, de hecho, de cualquier líder estadounidense y soviético en seis años. . Las relaciones entre los dos países se habían vuelto mucho más tensas después de la intervención militar soviética en Afganistán a finales de 1979, y la elección un año después de un presidente estadounidense crítico de la era anterior de distensión y dispuesto a montar un fuerte desafío, incluso un cruzada, contra los líderes de un imperio malvado. Sin embargo, en 1985, el presidente Reagan estaba listo para reunirse con un nuevo líder soviético y probar la posibilidad de relajar las tensiones.

Aunque la Cumbre de Ginebra no condujo a ningún acuerdo formal, representó un compromiso exitoso de los dos líderes en un diálogo renovado, y marcó el primer paso hacia varias cumbres posteriores y un cambio significativo gradual en la relación de los dos países. Tanto Reagan como Gorbachov dieron mucha importancia al encuentro y la evaluación personales directos, y desarrollaron una confianza mutua que ayudó a dirigir las políticas nacionales.

Gorbachov argumentó fuertemente en Ginebra a favor de una reconsideración de la Iniciativa de Defensa Estratégica de Reagan (SDI o Star Wars), pero fue en vano. Sin embargo, obtuvo el acuerdo para una declaración conjunta de que los dos países "no buscarían alcanzar la superioridad militar" (así como la reafirmación de que "una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe librar"). Esta declaración conjunta recibió cierta prominencia en las evaluaciones soviéticas de la cumbre, y Gorbachov la utilizó en su redefinición de los requisitos de seguridad soviéticos. Aunque decepcionado por la postura inquebrantable de Reagan sobre la IDE, Gorbachov se había dado cuenta de que representaba un compromiso moral personal de Reagan y no era simplemente un esquema del complejo militar-industrial estadounidense.

La cumbre de Ginebra no solo estableció un vínculo personal entre Reagan y Gorbachov, sino que por primera vez involucró a Reagan de lleno en la ejecución de una estrategia para el reencuentro diplomático con la Unión Soviética, una estrategia que el secretario de Estado George Schultz había estado defendiendo desde 1983 a pesar de la oposición de varios miembros de la administración. Para Gorbachov, la cumbre significó el reconocimiento del líder de la otra superpotencia. Aunque era demasiado pronto para predecir las consecuencias, en retrospectiva quedó claro que el diálogo renovado al más alto nivel conduciría con el tiempo a cambios extraordinarios, que en última instancia contribuirían al final de la Guerra Fría.