El Crónica de los derechos humanos en la URSS era una revista dedicada al movimiento disidente soviético. Fue publicado en Nueva York en ediciones en inglés y ruso. Cuarenta y ocho números aparecieron entre 1972 y 1983. Era de naturaleza similar a la Crónica de acontecimientos actuales, a samizdat ("autoeditado", que significa clandestino) periódico compilado por disidentes dentro de la Unión Soviética, que fue objeto de represión por parte de las autoridades soviéticas.
El editor de la Crónica de los derechos humanos Valery Chalidze, que había sido activista de derechos humanos en Moscú. Se le permitió viajar a los Estados Unidos en 1972, fue privado de su ciudadanía soviética y no pudo regresar a casa.
El crónica reflejó un enfoque jurídico de la disidencia soviética, informando sobre las violaciones por parte del gobierno soviético de sus propias leyes al suprimir la libertad de expresión. Documentó detenciones y juicios de disidentes, condiciones en los campos de trabajo y asilos psiquiátricos donde se encontraban algunos disidentes y la represión de movimientos de defensa de los derechos de las minorías nacionales y religiosas, entre otros temas. Citando las leyes soviéticas, la Constitución de la URSS y los pactos internacionales en los que la Unión Soviética era parte, el crónica trató de persuadir al gobierno soviético de mantener sus propias garantías de libertades civiles.
Durante diez años el Crónica de los derechos humanos dio a los disidentes una voz que las autoridades soviéticas no pudieron silenciar. Al exponer acciones gubernamentales represivas que de otro modo no habrían salido a la luz, anticipó la política de glasnost, o apertura, que Mikhail Gorbachev introdujo a fines de la década de 1980.