Comercio de melaza

El comercio de melaza fue la piedra angular del comercio colonial, ya que suministró un producto que permitió a los colonos compensar su desfavorable balanza comercial con Inglaterra. Excepto por los intentos experimentales de producir melaza localmente a partir del maíz, la fuente de suministro fueron las Indias Occidentales. Al principio se centró en las colonias azucareras inglesas de Barbados y Jamaica, pero a principios del siglo XVIII se había trasladado a otras Indias Occidentales, como Santo Domingo de España y Martinica de Francia.

El principal significado de la melaza era proporcionar una "carga de dinero", casi tan actual como el efectivo. Una vez que se exportó de las islas, hubo poco comercio de melaza como tal. Su potencia real llegó una vez que los destiladores de Nueva Inglaterra lo convirtieron en ron. Lo más importante es que sirvió de base para el comercio triangular de ron, esclavos y melaza. Los comerciantes de Nueva Inglaterra llevaban ron a África a cambio de esclavos. Estos esclavos fueron transportados y vendidos a las Indias Occidentales para trabajar en las plantaciones de azúcar que producían la melaza. Luego, los comerciantes regresaron con melaza a Nueva Inglaterra y vendieron los productos a los productores de ron.

Al principio, el comercio no estaba restringido a excepción de los impuestos locales, pero en 1704 el Parlamento limitó la exportación de melaza a Inglaterra o sus colonias. Para forzar un monopolio británico del comercio de melaza en las colonias, el Parlamento aprobó una Ley de Melaza (1733), que intentó sin éxito eliminar el comercio con las Indias Occidentales extranjeras mediante impuestos prohibitivos. Al principio, los colonos intentaron protestar contra tales medidas. Sin embargo, en lugar de cumplir con estos impuestos, a los comerciantes coloniales les resultó mucho más sencillo contrabandear melaza, comenzando un robusto comercio clandestino del bien que duró varias décadas.

Cuando los británicos intentaron hacer valer su influencia sobre las colonias después de la guerra francesa e india, el nuevo primer ministro George Grenville inició una estricta política de aplicación de la ley aduanera. El Parlamento revivió la Ley de melaza como la Ley del azúcar de 1764. Esta ley creó una fuerte aplicación de aranceles sobre la melaza importada a las colonias en barcos no británicos, otorgando de hecho un monopolio del comercio de melaza a los plantadores de azúcar de las Indias Occidentales Británicas. Aunque las protestas coloniales contra este acto resultaron en una reducción del impuesto, las fuertes multas y sanciones frustraron el comercio colonial de azúcar y melaza importadas. La independencia liberó a las trece colonias de tales restricciones, pero obstaculizó su comercio con las Indias Occidentales Británicas. Las modificaciones de la ley permitieron la importación directa de melaza, pero las leyes de navegación continuaron limitando el envío estadounidense hasta 1830.

Bibliografía

McCusker, John J. El ron y la revolución americana: el comercio del ron y la balanza de pagos de las trece colonias continentales. Nueva York: Garland, 1989.

Lawrence A.Harper/hs