(n. 1955), economista reformista y funcionario del gobierno de Yeltsin.
Anatoly Borisovich Chubais nació en 1955. En 1977 se licenció en un instituto de ingeniería económica en Leningrado y en 1983 defendió una tesis sobre problemas de gestión. Su carrera temprana estuvo vinculada al movimiento democrático en Leningrado. Tras el fallido golpe de Estado de agosto de 1991 (contra Mikhail Gorbachev), renunció a su afiliación al Partido Comunista.
Como uno de los "jóvenes economistas reformistas" más destacados de Rusia, en noviembre de 1991 fue nombrado presidente del Comité de Propiedad del Estado de Rusia. Desde ese puesto lideraría e influiría en el programa ruso de privatización masiva, favoreciendo personalmente el uso de vales especiales de privatización y la privatización a través de subastas. En 1993 también fue elegido miembro de la Duma rusa, en representación del partido liberal Russia's Choice.
Tras una serie de escándalos en relación con varios acuerdos de privatización, en enero de 1996 Chubais fue despedido de su cargo. Un mes después, sin embargo, regresó al escenario nacional para servir como director de campaña de la campaña de reelección de Boris Yeltsin. De allí pasó al influyente cargo de jefe de la administración presidencial.
En marzo de 1997, Chubais culminó su carrera política al ser nombrado primer viceprimer ministro encargado de la economía, cargo que ocuparía hasta marzo de 1998, cuando Yeltsin decidió destituir a todo el gobierno.
A lo largo de sus diversos puestos en el gobierno, Chubais se hizo conocido como uno de los reformadores más competentes, pero también uno de los más controvertidos. Si bien su popularidad en los círculos empresariales y políticos occidentales parecía garantizarle nombramientos para puestos destacados, su posición entre la población en general y la oposición política dentro de su propio país era muy pobre.
En abril de 1998, Chubais fue nombrado director ejecutivo del gigante energético ruso Unified Energy Systems (UES). Al igual que su papel en el gobierno, su forma de dirigir UES estuvo rodeada de controversia, lo que le valió muchos elogios pero también muchas críticas.