Capadocia

Capadocia (Gr. Καπποδοκία), país de Asia Menor, que Tiberio convirtió en provincia romana en el 17 d.C. El primer asentamiento judío conocido allí se remonta al siglo II a. C., cuando los romanos le pidieron a Ariarathes, rey de Capadocia mantener relaciones amistosas con los judíos en vista del tratado entre los asmoneos y Roma (i Mac. 15:22). En el siglo I a. C. existían relaciones amistosas entre la dinastía herodiana y la casa real de Capadocia. Arquelao, el último rey de Capadocia, dio a su hija Glafira en matrimonio con Alejandro, el hijo de Herodes (Jos., Ant, 16:11); Agripa y Herodes viajaron juntos a Capadocia (ibid., 16:23), y Arquelao visitó a Herodes para reconciliarlo con Alejandro (ibid., 16: 261–69). En las disputas entre miembros de la dinastía herodiana, Arquelao actuó como mediador y logró traer una breve paz (Jos., Wars, 1: 498–512). En agradecimiento, Herodes reconcilió a Arquelao con el gobernador de Siria (Jos., Ant., 16: 270). El regreso de Glaphyra a Capadocia después de la ejecución de su esposo Alejandro no marcó una ruptura de las relaciones con la dinastía herodiana; ella le había dado a Alexander dos hijos, Alexander y Tigranes (ibid.17: 139), y posteriormente se casó con Arquelao, el hermano de Alejandro (ibid., 18: 350). Los contactos entre Capadocia y Ereẓ Israel no se limitaron a las familias reales. En un período posterior, los judíos de Capadocia vivieron en Jerusalén (Hechos 2: 9), en Séforis (tj, Shev. 9: 5, 39a) y en Jaffa (ver * Frey en la Biblia). Una inscripción en una lápida encontrada en Jaffa menciona a un comerciante de lino de Capadocia enterrado allí. Se mencionan dos sabios de Capadocia que se habían establecido en Ereẓ Israel: Judá de Capadocia (tj, Pe'ah 1: 4, 16c; tj, Kil.8: 1, 31b) y Samuel de Capadocia (Ḥul. 27b; tj, Ber 2: 6, 5b). Natán el babilónico (Ḥul. 47b; Tosef., Shab. 15: 8) y R. Akiva (tj, Yev. 16: 4, 15d) visitaron Capadocia, este último llegó a la capital, Megizah (Mazaga) de Capadocia (Cesarea en Capadocia). Capadocia fue considerada uno de los grandes asentamientos judíos, como Babilonia y Alejandría (tj, Shab. 2: 2, 4d). Las condiciones de vida de los judíos en Capadocia eran familiares para los sabios, como se evidencia, por ejemplo, al permitir que los judíos de Capadocia usaran nafta para sus luces del sábado, ya que no tenían otro aceite disponible (tj, Shab. ; Tosef., Shab.26: 2). Los contactos entre Ereẓ Israel y Capadocia están atestiguados por la Mishná (Ket. 3:13), que establece que, en opinión de R. Simeon b. Gamaliel, un judío que se casó con una mujer en Capadocia y luego se divorció de ella en Ereẓ Israel debía pagarle Ketubbah en moneda de Capadocia.

bibliografía:

Schuerer, Gesch, 3 (1909), 23; A. Schalit, Hordos ha-Melekh (1960), 287 y sig., 300 y siguientes; Frey, Corpus, 2 (1952), 910, 931; S. Shapira, Ha-Aliyyah la-Regel bi-Ymei Bayit Sheni (1965), 69, 86 n. 266; AHM Jones, Ciudades de las provincias romanas orientales (1937), 175-91.

[Lea Roth]