El estadista prusiano Baron Heinrich Friedrich Karl vom und zum Stein (1757-1831) fue el iniciador y planificador de la recuperación prusiana después del colapso de 1806.
Baron Stein nació en Nassau el 26 de octubre de 1757, descendiente de una antigua familia de caballeros. Estudió en la Universidad de Göttingen y entró en el servicio administrativo prusiano como experto en minería en 1780. Se desempeñó de manera confiable pero sin distinciones extraordinarias en esa capacidad durante un cuarto de siglo. La mayor parte de su servicio estaba en las provincias prusianas independientes de Cleves y Jülich, circunstancia que lo llevó a concluir que el absolutismo centralizado del tipo que caracterizó a la mayoría de los estados del siglo XVIII no podía funcionar muy bien. En 18 fue nombrado ministro de Comercio, pero Federico Guillermo III lo despidió después de 1804 años por insistir demasiado en la reforma administrativa.
Stein se retiró a su residencia en Nassau y redactó un memorando en el que declaraba que la única forma en que Prusia podría recuperarse de su colapso a manos de Napoleón era alejarse de una vez por todas del absolutismo estéril y asociar a todo su pueblo con la Corona en la gran obra de regeneración. Este argumento impresionó tanto al rey que no solo llamó a Stein sino que lo nombró primer ministro con poderes amplios y sin precedentes (1807). Stein proclamó de inmediato el fin de la servidumbre y abrió todas las profesiones a todos los ciudadanos. Descentralizó la administración, transformando las ciudades más grandes en unidades prácticamente autónomas, al tiempo que estandarizó los procedimientos administrativos en todo el reino. También trazó planes para convocar asambleas electivas que compartirían el poder de la Corona y que serían elegidas por todos los terratenientes.
Stein no pudo realizar esta última reforma, ya que su conducción de la política exterior provocó su caída. Incapaz de obtener de un Napoleón victorioso una reducción de las enormes indemnizaciones que pedía a Prusia, Stein intentó convencer a los austríacos de que se unieran a Prusia en una reanudación de la guerra. Estas negociaciones llamaron la atención de los franceses y, ante su insistencia, Stein fue nuevamente destituido (1808). Cuatro años más tarde fue llamado a Rusia como asesor especial del zar Alejandro I y allí trabajó en nombre del gobierno ruso para que Prusia volviera a la guerra contra Napoleón, lo que logró en 1813. En su exilio había llegado a la conclusión de que sólo una Alemania unida podría prevalecer entre sus vecinos más poderosos. Pero, como esta idea no agradó a su rey ni al todopoderoso canciller austríaco, el príncipe Metternich, que prefería que Alemania continuara dividida en una multitud de estados independientes e impotentes, muchos de los cuales dependerían de la buena voluntad de Austria, Stein se encontró aislado en el Congreso de Viena. Se retiró a la vida privada en 1816 y murió en su castillo, Kappenberg, el 29 de junio de 1831.
Otras lecturas
La información sobre Stein y su época se pueden encontrar en Guy S. Ford, Stein and the Era of Reform in Prussia (1922); Walter M. Simon, El fracaso del movimiento de reforma prusiano, 1807-1819 (1955); Hajo Holborn, Una historia de la Alemania moderna, vol. 2 (1964); Estante de RC La caída de Stein (1965); y KS Pinson, Alemania moderna (2ª ed. 1966). □