Un conjunto de acciones utilizadas por las mujeres campesinas para resistir la colectivización entre 1928 y 1932.
Se deriva de las palabras padre, un término peyorativo que describe a las mujeres campesinas sin cultura, y vistoso, una manifestación o protesta espontánea. Babi bunty abarcó una serie de acciones destinadas a interrumpir la colectivización, incluida la interrupción de las reuniones de la aldea, el hostigamiento de los funcionarios soviéticos y la recuperación de semillas, ganado o artículos domésticos que previamente habían sido incautados por la granja colectiva. Estas acciones fueron uno de los medios más efectivos utilizados por los campesinos para oponerse a la política estatal y, en ocasiones, llevaron a la disolución temporal de granjas colectivas recién formadas. Su uso frecuente en el invierno de 1929-1930 probablemente jugó un papel en la decisión de la dirección del partido de frenar el ritmo de la colectivización en marzo de 1930.
El aspecto de género de babi bunty era muy importante. Los bolcheviques consideraban a las mujeres campesinas como un grupo social especialmente atrasado, incapaz de una acción política organizada. Creían que los babi bunty fueron incitados por los kulaks y otros elementos antisoviéticos que manipulaban a las mujeres. Debido a esta creencia, los bolcheviques respondieron con propaganda en lugar de con la fuerza. Los campesinos que resistieron las políticas soviéticas durante este período, por otro lado, fueron tratados con gran violencia. El reconocimiento de los campesinos de que los participantes en babi bunty serían tratados con indulgencia hizo de estas acciones una forma preferida de resistencia a la colectivización. Aunque babi bunty solo ralentizó el proceso de colectivización, su frecuencia probablemente jugó un papel en la decisión del estado de otorgar a los campesinos algunas concesiones, como el derecho de cada familia a retener una vaca.