Aquellos que lucharon por la paz

Eleanor Roosevelt… 90

Dwight D. Eisenhower… 99

Dwight D. Eisenhower… 113

B En 1952, tanto los Estados Unidos democráticos como la Unión Soviética comunista quedaron atrapados en la Guerra Fría (1945-91). Estados Unidos estaba dispuesto a defenderse del comunismo en cualquier parte del mundo. Con sesenta países miembros, las Naciones Unidas (ONU), que se formaron en 1945 al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-45), lucharon por convertirse en una importante organización mundial de mantenimiento de la paz. Muchos críticos dijeron que la ONU era solo una plataforma de propaganda desde la que los comunistas podían hablar. Eleanor Roosevelt (1884–1962), esposa del fallecido presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt (1882–1945; sirvió en 1933–45) y ella misma fue miembro de la delegación estadounidense ante la ONU, habló enérgicamente en nombre de la ONU. El primer extracto aquí es "Discurso de la Sra. Franklin D. Roosevelt a la Convención Nacional Demócrata [1952] sobre la Importancia de las Naciones Unidas". Es uno de varios discursos pronunciados en este período de tiempo general por Eleanor Roosevelt que fueron aclamados en todo el mundo. Incluso los críticos de la ONU admitieron que ella hizo contribuciones significativas al pensamiento público sobre el futuro de la ONU.

El presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower (1890–1969; sirvió en 1953–61) pronunció dos discursos famosos en 1953 que también impulsaron el proceso de pensamiento sobre la paz. El segundo fragmento que sigue es el discurso "The Chance for Peace" pronunciado ante la American Society of Newspaper Editors el 16 de abril de 1953. El tercer fragmento es el discurso "Atoms for Peace" pronunciado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York Ciudad el 8 de diciembre de 1953.

En medio de una carrera de armamentos nucleares cada vez mayor entre las dos superpotencias, Eisenhower habló elocuentemente en ambos discursos sobre el proceso de paz. Abogó por limitar la carrera de armamentos y utilizar la energía nuclear para el mejoramiento de la humanidad, no para su destrucción. Sin embargo, el miedo y la desconfianza mutua entre Estados Unidos y la Unión Soviética era demasiado grande. Los pensamientos de Eisenhower estaban demasiado adelantados a su tiempo. Pasarían muchas décadas antes de que se cumplieran los pasos que pidió en los dos discursos.