Acto de emancipación

La Ley de Emancipación fue promulgada por el emperador ruso Alejandro II el 3 de marzo de 1861. Mediante esta ley, todos los campesinos o siervos quedaron libres de la dependencia personal de sus terratenientes, adquirieron derechos civiles y se les concedió la participación en actividades sociales y económicas como ciudadanos libres.

La importancia de la emancipación no puede subestimarse. Sin embargo, la emancipación solo puede entenderse teniendo en cuenta la historia de la servidumbre en Rusia. Si en la Europa moderna temprana surgieron diferentes instituciones con éxito para representar los intereses de diferentes clases (por ejemplo, universidades, gremios y corporaciones) contra las tendencias absolutistas del estado, en Rusia el estado ganó a sus competidores y tomó la forma de autocracia. A pesar de la toma del poder por el estado absolutista en la Europa moderna, nunca invadió los derechos individuales de sus súbditos en la medida en que lo hizo la autocracia rusa. De hecho, la autocracia presuponía que no existía ningún derecho hasta que se concediera y, por tanto, todos los súbditos eran esclavos hasta que el zar decidiera lo contrario.

A medida que avanzaba el proceso de centralización estatal en Rusia, las fuentes externas de ingresos (por ejemplo, las guerras y el crecimiento territorial) se agotaron más o menos en el siglo XVII, y el Estado centró su atención en sus recursos internos. De ahí los continuos intentos de inmovilizar a los campesinos y hacerlos fácilmente accesibles como contribuyentes. El Código de Ley de 1649 completó el proceso de inmovilización declarando el "apego eterno y hereditario" de los campesinos a la tierra. Así, el término ruso para "siervo" se remonta a este apego a la tierra más que a la dependencia personal del amo. Más tarde, en el siglo XVIII, fue posible vender siervos sin tierras. Después, la única diferencia entre el siervo y el esclavo fue que el siervo tenía una casa en la tierra de su amo.

En el momento de la emancipación, la servidumbre constituía el núcleo de la vida económica y social rusa. Su abolición socavó la base del estado autocrático a los ojos de la gran mayoría de nobles y campesinos. Los pocos partidarios de la reforma no eran numerosos: terratenientes que dirigían empresas modernizadas y obstaculizados por la ausencia de una fuerza laboral libre y de competencia, junto con pensadores liberales y radicales (a menudo sin tierra). Para los campesinos, la interpretación de la emancipación iba desde un llamado a la anarquía total, la redistribución arbitraria de la tierra y la venganza de sus amos, hasta la incredulidad y el desprecio de la emancipación como imposible.

Por tanto, Alejandro II tuvo que encontrar un equilibrio entre los intereses contradictorios de los diferentes grupos de la nobleza y la amenaza de disturbios campesinos. El texto del acto hace visible este equilibrio. El emperador reconoció abiertamente la desigualdad entre sus súbditos y dijo que las relaciones tradicionales entre la nobleza y el campesinado basadas en la "benevolencia de los nobles" y la "afectuosa sumisión de los campesinos" se habían degradado. En estas circunstancias, actuando como promotor del bien de todos sus súbditos, Alejandro II hizo un esfuerzo por introducir una "nueva organización de la vida campesina".

Para rendir homenaje a la clase de sus principales partidarios, en el documento Alejandro destaca la devoción y buena voluntad de su nobleza, su disposición "a hacer sacrificios por el bienestar del país" y su esperanza de su futura cooperación. A cambio, promete ayudarlos en forma de préstamos y transferencia de deudas. Por otro lado, se debe advertir a los siervos y recordarles sus obligaciones para con los que están en el poder. "Algunos estaban preocupados por la libertad y despreocupados por las obligaciones", se lee en el documento. El Emperador cita la Biblia que "todo individuo está sujeto a una autoridad superior" y concluye que "lo que legalmente pertenece a los nobles no se les puede quitar sin una compensación adecuada", o seguramente seguirá el castigo.

La iniciativa estatal de emancipación indica que el estado planeaba ser el primero en beneficiarse de ella. Aunque varios de los predecesores de Alejandro abordaron la cuestión de la reforma campesina, ninguno de ellos se encontraba en una situación tan desesperada a nivel nacional o internacional como para tomar medidas sin precedentes e impulsar la reforma. La Guerra de Crimea (1853-1856) se convirtió en el punto de revelación porque Rusia enfrentó la amenaza no solo de un colapso financiero sino de perder su posición como gran potencia entre los países europeos. La reforma debería haberse convertido en una fuente de movilización económica y militar y así mantener al Estado igual entre iguales en Europa y eliminar los restos del caos de posguerra en su vida social. Sin embargo, la emancipación cambió la estructura de la sociedad de una manera que exigió su reconstrucción total. Siguió una serie de reformas liberales, y la cuestión de si el Emperador planeó llegar tan lejos sigue abierta para los historiadores.

La emancipación significó que todos los campesinos se convirtieran en "habitantes rurales libres" con plenos derechos. Los nobles retuvieron sus derechos de propiedad sobre la tierra mientras concedían a los campesinos "el uso perpetuo de su domicilio a cambio de obligaciones específicas", es decir, los campesinos deberían trabajar para sus terratenientes como solían trabajar antes. Estos arreglos temporales durarían dos años, durante los cuales se pagarían las tasas de rescate de la tierra y el campesino se convertiría en propietario de su parcela. En general, la Ley de Emancipación fue seguida por el Reglamento sobre Campesinos Liberados en diecisiete artículos que explicaban en detalle el procedimiento de redistribución de la tierra y la nueva organización de la vida campesina.

Debido a que los campesinos se convirtieron en ciudadanos libres, la emancipación tuvo consecuencias económicas de gran alcance. La organización de la vida rural cambió cuando la comunidad campesina, no el terrateniente, se encargó de los impuestos y el orden administrativo y policial. La comunidad se convirtió en una entidad autónoma cuando los propietarios rurales pudieron elegir a sus representantes para participar en los órganos administrativos del nivel superior y en los tribunales locales. Para resolver los conflictos que surgían entre los nobles y los campesinos, se introdujeron jueces comunitarios a nivel local y funcionarios especiales mediaron en estos conflictos.

La emancipación destruyó las fronteras de clase y abrió el camino para un mayor desarrollo de las relaciones capitalistas y una economía de mercado. Aquellos que no pudieron pagar la tasa de redención y comprar su tierra ingresaron al mercado como mano de obra libre promoviendo una mayor industrialización. Además, tuvo un gran impacto psicológico en el público en general, porque, al menos en principio, no quedaron clases desfavorecidas y se estableció la igualdad civil formal. Le seguiría una nueva generación, no esclavos sino ciudadanos.